Transforma el color de tus días usando Colorantes Mariposa.
En la naturaleza podemos encontrar todo el espectro de colores, es ella quien los contiene y a través de sus manifestaciones podemos verlos, admirar su brillo, sentir las emociones que transmiten a tal punto que soñamos con reproducirlos. ¿Y cuál es la mejor expresión del color en el mundo natural? Sin duda alguna, las flores.
¿Cuántas veces no hemos querido replicar combinaciones de color en nuestras plantas favoritas? Una rosa de color turquesa, por ejemplo, o una margarita aguamarina. Pareciera que son bellezas que solo se quedan en nuestra imaginación, incluso para la misma naturaleza es difícil crear esas combinaciones.
Pero… para nosotros quizás no lo sea tanto. ¿Sabías que puedes usar Colorantes Mariposa para lograr un caleidoscopio de color en tus plantas favoritas? Y estás de suerte porque hoy hemos preparado un tutorial para que la flor de tus fantasías se haga realidad.
Primero, es importante recordar que cuando una planta se extrae se vuelve más frágil y necesita agua para no ponerse mustia, por eso es importante elegir flores resistentes que además tengan pétalos fuertes, ya que estaremos aplicando sustancias sobre la superficie para lograr el efecto de color. Nosotros recomendamos ampliamente las rosas o claveles, de preferencia blancos para que absorban el tinte con uniformidad.
Ya que tienes tus flores, vas a limpiar cualquier rastro de polvo o suciedad con un paño suave. Luego, escoge el tono que más te guste de Colorantes Mariposa y realiza la mezcla en agua caliente, para que se disuelva con mayor facilidad. Recuerda que puedes jugar con los contrastes o la intensidad dependiendo la cantidad de pintura aplicada. Verifica que el tinte sea proporcional al agua utilizada; para más detalles revisa nuestra sección ¿Cómo teñir?
Mientras preparas el color, asegúrate que tus flores se hayan secado por completo, (al menos dos semanas antes de llevar a cabo el proceso), y procura trabajar con aquellas que no estén maltratadas, sin pétalos marchitos o rotos. Una vez que el agua con pintura esté lista vas a sumergir cada flor durante unos 5 o 10 segundos, dependiendo de la intensidad que desees lograr. Si ves que el color no se adhiere totalmente, vuelve a sumergirla hasta alcanzar el tono deseado.
Finalmente cuelga las flores boca abajo para secar y eliminar los residuos; puedes hacerlo en una cuerda para tender la ropa convencional, sujetando el tallo con pinzas. Luego déjalas reposar todo un día, verás que al amanecer encontrarás las flores vibrando con tonalidades increíbles. Algo maravilloso de esta sencilla manualidad es que tiene varias aplicaciones: desde acomodarlas en un jarrón hasta decorar artesanías, cartas, separadores, aretes, ¡lo que tu imaginación te diga!
En estos días complicados es cuando más necesitamos el poder de nuestra creatividad y ten por seguro que con Colorantes Mariposa podrás llenar tus días de color.
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