Cuando una prenda ya no te gusta mucho, ¿la tiras o la transformas?

Actualmente la industria textil es la segunda en contaminar más el ecosistema haciendo mal uso de los recursos naturales y al utilizar químicos dañinos que afectan a la tierra y a las personas. Para que te des una idea, tan sólo en un año se generó 1,2 billones de CO2, incluso más que lo que emite el transporte marítimo y de aviación juntos. Por cada kilo de algodón se usan hasta 13,000 litros de agua (consideremos este uso desde el riego del campo hasta el teñido).

La industria se basa en la producción lineal (comprar-usar-desechar), haciéndonos víctimas de la moda rápida donde sólo importa salvaguardar la economía y generar muchas ganancias. Una realidad es que la ropa de la actualidad está fabricada a partir de hilos y tejidos nuevos muchas de estas prendas terminan en la basura por distintos factores como la mala calidad de la tela, el que haya pasado de tendencia o su valor ya no es el mismo.

Afortunadamente, se han estado buscando soluciones para que la economía pase de ser lineal a circular. La moda circular se fundamenta en cinco R’s:

• Reduce: se una consumidora o un consumidor más responsable. No necesitas comprar a cada rato, compra lo que de verdad te haga falta y busca nuevas opciones amigables con el medio ambiente.

• Reutiliza: crea un nuevo estilo con tu prenda, y ¡transfórmala!

• Recicla: puedes donarla para darle una segunda oportunidad.

• Repara: ponte creativa o creativo, saca el hilo y la aguja, y que la imaginación vuele.

• Reinventa: quizás ya usaste mucho una prenda y estás aburrido de ella, tal vez sea hora de que ese pantalón se convierta en un short muy coqueto o que esa playera se convierta en una camiseta de tirantes. Las posibilidades son infinitas.

El objetivo de la moda circular es aprovechar de manera adecuada los recursos y materiales para cuidar el planeta; crear conciencia social y proporcionarles un trabajo digno a las personas que confeccionan tus prendas