4 alternativas para reutilizar tus jeans y ayudar a la recuperación del planeta
La mezclilla es una tela práctica que pasó de las maquiladoras a las pasarelas más prestigiosas de la moda. Sin embargo, en la actualidad es uno de los materiales que enfrenta mayores retos para la sustentabilidad textil.
En décadas pasadas no teníamos muy claro cómo era teñir mezclilla de manera industrial y sus efectos eran desconocidos, pero ahora que tenemos mayor conciencia es nuestra responsabilidad buscar formas para extender su vida útil.
Desde los litros de agua necesarios para producir el algodón con el que se fabrica, hasta la contaminación causada por el proceso de teñido y deslavado, la producción de mezclilla eleva los niveles de contaminación en los mantos acuíferos.
Esto no significa que debas tirar tus jeans a la basura o excluirlos de tu wishlist, simplemente implica asumir un consumo más responsable, utilizando estrategias de conservación, como un correcto lavado, aprender a cómo teñir mezclilla en casa o encontrarles un segundo uso como accesorio o una nueva prenda. El objetivo es sacar el mayor provecho posible a esta tela.
Por todo esto, hemos preparado una lista de sugerencias, pequeños proyectos que puedes hacer fácilmente en casa con cualquier prenda de mezclilla que esté necesitando de un segundo aire.
1. Bolsa tipo sobre
Se trata de un bolso muy práctico y adaptable para cualquier ocasión, además, es muy sencillo de hacer. Como el nombre lo indica, tiene una forma similar a los sobres de papel y solo necesita una pieza de tela para su estructura. Para armarlo debes cortar un rectángulo de mezclilla, hacer 2 dobleces horizontales para marcar tres secciones: una será el frente, otra la parte trasera y la última, la “tapa”.
Puedes elegir el tamaño que más te guste, sin embargo, la medida más recomendada suele ser de 30 cm de ancho, por 45 cm de alto. Como toque final, te recomendamos hacer el típico corte de triángulo en la “tapa” y utilizar aplicaciones, como botones, encajes o bisutería para darle un terminado único.
2. Un organizador de bolso práctico y resistente
Si los bolsos handmade no son tu estilo, puedes aprovechar la mezclilla para hacer un bolso que vuelva más práctica la organización diaria. Para esta pieza hay que armar un “costalito” utilizando dos rectángulos (o dos rectángulos unidos por una tira, si quieres darle dimensión). A esa base agrega más piezas cuadradas o rectangulares, a modo de bolsas, en la parte exterior y listo. Si quieres darle un ligero toque de color, puedes aprender cómo teñir mezclilla aplicando nuestros colorantes para este textil. Este organizador va muy bien si no quieres aplicar decoraciones.
3. De jeans a falda
Qué mejor renovación para una preda que transformarla en otra pieza. Para pasar de unos vaqueros a falda, el primer paso es descoser la parte interior de las piernas en los jeans. Te sugerimos tener mucha paciencia porque llega a ser tardado.
Después, junta los bordes del frente hasta hacerlos encajar y cose. Haz lo mismo con los bordes de atrás, será fácil saber si vas bien, porque las costuras formarán un “cilindro” en vez de dos. Puede que batalles un poco con el área del tiro, si es necesario puedes cortar un poco de tela en esa área. Si la tela está demasiado deslavada para tu gusto, puedes aplicar pastillas para pintar ropa y listo, ¡a presumir tu falda nueva!
4. Mantel de picnic
Si sientes que las opciones anteriores son muy elaboradas, puedes optar por una pieza muy sencilla: un mantel para picnic. La mezclilla es una tela resistente en exteriores y seguramente le dará un toque de frescura a las reuniones con tus amigas o familiares. No importa cómo cortes o cosas las piezas, ni cuántas prendas viejas aproveches para hacerlo, incluso puedes armar un patchwork con muchos colores y así, sin mucho esfuerzo, obtendrás un mantel precioso.
Si te gustaron estas opciones te recomendamos seguirnos en nuestras redes sociales, porque seguiremos compartiendo más tips y nuevas formas de aprovechar al máximo tus prendas.
En Colorantes Mariposa tenemos un serio compromiso con la conservación del ambiente y con tu guardarropa, ayudándote a mantenerlo vibrante de color.
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